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Lo último que tenemos que hacer para completar el cronograma de líneas de balance, es revisar nuestras pendientes, o mejor dicho, nuestra velocidad de producción.

Si recuerdan hace unos capítulos, les decía que la pendiente determina qué tan rápida es la actividad. Lo que ocupamos es revisar que lo que tenemos dibujado en nuestras líneas, realmente lo podamos cumplir.

Y es aquí donde entra a jugar nuestro criterio y experiencia, y un poco de matemática. Tenemos que medir a qué velocidad producimos según el diagrama, y si es o no posible esa producción.

Dibujar líneas de balance, no es simplemente dibujarlas

Por ejemplo veamos el movimiento de tierra. Tengo, según la línea, 4 semanas para esa actividad. Si tengo que mover 200 m3, eso son 50 m3 por semana… una cantidad realmente muy lenta. Probablemente sea mejor quitarle tiempo y acelerar esa actividad.

En cambio si son 20.000 m3, caso opuesto. Son 5000 m3 por semana, que es poco probable que lo lleguemos a cumplir, especialmente si estamos en un entorno urbano con tránsito y edificaciones vecinas. Ahí tenemos que darle mayor duración a esa línea.

Es igual a la revisión que deberíamos hacer en un diagrama de Gantt. Al final el diagrama aguanta lo que pongamos: y nosotros tenemos que revisar que tenga lógica.

Un diagrama de líneas de balance puede verse muy bonito con todas las líneas paralelas… pero las implicaciones de poner esas líneas paralelas pueden terminar siendo cosas ilógicas, y eso tenemos que revisarlo y detectarlo.

En acabados es especialmente importante este tema de revisar. Porque hay actividades de acabado que son muy rápidas, y si las ponemos paralelas a actividades más lentas, podemos ocasionar un problema. Por ejemplo si tenemos pintura, que es una actividad rápida, y la ponemos paralela a una actividad lenta como muebles de cocina, podemos generar un escenario ilógico… donde el contratista de pintura tenga que pintar cuatro paredes cada semana. Y ningún contratista de pintura, por más pequeño que sea, va a soportar un paso tan lento.

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O si estamos colocando inodoros de apartamentos, y hay 3 inodoros por piso, hay que revisar que no estemos colocando un inodoro cada 2 días. Ningún fontanero va a llegar al proyecto cada 3 días a poner solo un inodoro.

La revisión es muy fácil, porque la línea nos dice cuánto tiempo tenemos por nivel en esa actividad. Recuerdan? Es cuestión de contar los cuadritos por los que pasa la línea. Y luego dividimos la cantidad de trabajo, por la duración en cada nivel.

Haciendo esa revisión, ya tenemos verificado y terminado nuestro diagrama de líneas de balance. Como pueden ver estos diagramas son fáciles de hacer, y nos dan muchísima información de nuestro proyecto en una sola página. Y no tenemos que estar buscando entre miles de barras y flechas la información… toda está ahí, a simple vista.

Lo último que nos queda es hablar un poco de dependencias, que lo vemos en el siguiente capítulo. Recuerden suscribirse al canal, para que tengan acceso al próximo capítulo apenas salga.

Cronogramas con la metodología de líneas de balance, parte 6

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