El tema de control de calidad en construcciones es fundamental en cualquier proyecto de este tipo, y el mundo entero ha llegado a reconocerlo a través de los años. Desde el diseño hasta la ejecución, e incluso durante la operación y desmantelamiento, los clientes exigen calidad en sus obras, y todos los participantes deben garantizar este objetivo.
La construcción históricamente ha sido famosa por sus desastres de calidad, basta con hacer una búsqueda en Internet para darse cuenta de la inmensa cantidad de fallos, pequeños y grandes, que ocurren a nivel mundial por una falta de control de calidad en las construcciones. Y no solo estamos hablando de fallos constructivos, donde una parte de un edificio o de una obra sale mal. Los problemas de calidad abarcan desde diseños mal planteados y mala coordinación entre disciplinas, hasta los típicos muros construidos al revés, puentes mal alineados, y demás historias de terror de calidad en construcciones.
Y por qué no se debería exigir calidad? Un proceso constructivo de calidad resulta en mejores obras, que salen más barato, en menos tiempo, y con menor desperdicio de recursos. Eso beneficia al propietario, al constructor, al diseñador y al usuario final.
El problema de la documentación y el empleo de BIM
El eterno problema de control de calidad en construcciones tiene que ver con el manejo de documentación constructiva. Un proyecto constructivo normalmente tiene cientos, sino miles, de páginas de documentos. Y solamente los documentos de construcción, llámese planos y diagramas constructivos, abarcan cientas de esas páginas. Vivimos en una época donde más bien hay que tenerle miedo al diseñador que produce una vivienda con solo dos láminas de planos, porque fijo ha dejado por fuera un montón de detalles que saltarán a la luz al construir… en el peor momento posible.
Los diseñadores actualmente producen documentación extensiva asociada a sus diseños. Documentación que por lo general se da en formato 2D… impresiones en papel o cosas por el estilo. En esos formatos 2D se separa la información y se atomiza: la ubicación de la puerta está en una lámina, las especificaciones de la puerta están en otra lámina, la forma de detallar las uniones de la puerta en otra, y además hay 20 páginas extra de especificaciones constructivas asociadas a la puerta.
A la hora de construir, el contratista tiene que tomar esa información atomizada, y juntarla toda en su mente para entender qué es lo que quiere el diseñador. Y el proceso no es nada fácil. Frecuentemente se quedan perdidos detalles, o se quedan sin leer especificaciones y notas que son fundamentales para construir. Si agregamos además que el contratista tiene que leer el plano 2D, y formar en su cabeza la imagen en tercera dimensión de lo que quiere el diseñador, se vuelve peor aún el resultado, porque cualquier diseño está sujeto a los errores de interpretación que tenga el contratista al leerlo.
«Y eso por qué tiene que interesarme?» generalmente pregunta el cliente. El cliente sabe que en realidad no es su preocupación el control de calidad en la construcción… porque el contratista está por precio fijo y tiene que responder por los errores que cometa. Pero es precisamente ahí donde está la trampa: el cliente no está exento de los problemas de calidad, primero porque el contratista se los cobra de una forma u otra, y segundo porque el cliente sufre luego los problemas de calidad durante la operación de su obra.
Las tecnologías BIM son una forma automatizada de manejar e integrar gran cantidad de información constructiva, proveniente de un diseñador. Un sistema BIM correctamente diseñado integra toda la información necesaria para hacer una obra, información proveniente de un montón de participantes distintos. El mismo sistema BIM permite comparar la información, y garantizar que todos los participantes estén entendiendo lo mismo. Evitamos así el problema eterno de que el arquitecto quiere una ventana donde el mecánico puso su ducto de aire acondicionado.
Luego los sistemas BIM producen documentación constructiva, sincronizada con los diseños que estén vigentes en el momento. La documentación es clara, y se minimizan las contradicciones que pueda contener. El sistema BIM, si se desea, puede generar los tradicionales planos en 2D con toda la calidad y detalle requerido, de forma automática, y sin errores o información desactualizada. Aunque en realidad, como los sistemas BIM son 3D por naturaleza, el insumo que sale de los diseños es un modelo en tercera dimensión, donde se puede ver cada detalle según se requiera, a como se quiere que sea construido… sin tener que interpretar dibujos 2D y tratar de entender cómo sería en 3D.
Ese manejo de la documentación tan detallado, bien sincronizado, y bien transmitido al contratista, es un paso fundamental para garantizar un proceso constructivo de calidad.
Control de calidad y BIM, durante la construcción
El control de calidad en construcciones se vuelve realmente eficiente cuando se le integran herramientas BIM durante el proceso constructivo. Las herramientas BIM permiten comparar fácilmente lo que está por suceder en campo con lo que dice el diseño, y detectar diferencias y errores a tiempo. Un sistema BIM bien planteado puede ayudar a resolver muchos problemas del sitio de construcción, y a planificar de forma muy detallada cómo se va a mover la producción en el día a día.
Y eso es fundamental para hacer control de calidad en construcciones! Sabiendo qué se va a hacer cada día, se pueden planear bien los momentos de control y las pruebas sobre elementos. Se minimizan los atrasos y la falta de inspección sobre elementos. Con un sistema BIM, el manejo de volúmenes de concreto se facilita montones, y se puede planificar bien el volumen de pruebas a realizar. Además en el mismo sistema BIM se puede integrar la información de las pruebas realizadas y los resultados obtenidos, con los elementos del diseño… de esta forma se puede saber no solo si hay problemas de calidad, sino también en qué elementos están esos problemas.
La información de un sistema BIM puede extraerse, y utilizarse en verificaciones topográficas, para garantizar alineamientos y elevaciones en la obra. O se pueden integrar métodos de medición aún más avanzados como escaneo 3D, para obtener mediciones totales de una estructura, y contrastarlas con lo que dicen los documentos constructivos.
En un sistema BIM están comunicados los diseñadores, propietario, contratistas, y supervisores. Los problemas que surgen se pueden visualizar de inmediato, y una solución puede alcanzarse rápidamente, minimizando así los atrasos a la obra.
Como lo hacemos actualmente, no es la mejor forma
La mejor forma de hacer control de calidad en construcciones no necesariamente es «a como siempre lo hemos hecho», especialmente teniendo a mano tecnologías BIM que pueden ayudarnos a optimizar ese control. El empleo de herramientas BIM en control de calidad, mejora significativamente la calidad de la información y la comunicación, y reduce los atrasos provocados por errores constructivos. En la construcción el tiempo es dinero, y gastar menos tiempo puede representar ahorros muy importantes, tanto para el contratista como para el propietario. Vale la pena investigar e implementar tecnologías BIM para control de calidad en construcciones, ya que los resultados pueden ser muy positivos… para todos los participantes.